Cuando desaparece el yugo de la hora en que desalojar la sala, pueden brotar las sensaciones más felices de nuestro cuerpo; también, como es el caso, recordándolas. La casa madrileña de la editorial Huerga y Fierro tiene esta propiedad emergente: ofrecer uvas, queso y una masa tierna de dulce a quien disfrutamos alargando la conversación, a fuego lento hasta la noche, en la fragua de la literatura, con tantos libros y herraduras, armas, en los anaqueles de alrededor.

Semanas antes, habíamos asistido a la presentación del libro De las horas sin sol de la autora Marina Casado, que ahora en mi memoria firma a los interesados sucedidos en una cola expectante. La convención de los minutos poéticos no se alargó en exceso y a las ocho, con el despeje del brumoso cielo, una treintena de personas colocaban sillas y móviles por encima de sus cabezas como un cáliz para un mejor encuadre. Sobre la tarima, tras la sincera introducción del editor Antonio Huerga y las palabras del prologuista, servidor; la autora leyó algunos poemas intercambiando con el público impresiones sobre la gestación particular de cada uno.
Había leído muchas veces aquellos poemas, nunca demasiadas, y esperaba que la voz mejor conocedora de aquellas líneas, imprimiendo ritmo y melodía, les diera un nuevo nivel de sensación. Así fue. Frotaba mis manos cuando entraba súbitamente el aire en mis pulmones compactos al ver que la lírica existe y es. “Ya no se escribe líricamente. Hemos dejado paso a la narración poética”, comentaba Marina en el coloquio abierto con el público. Al final, la evolución en la obra de la autora hacia derroteros de mayor conmoción fue una de las cosas más repetidas que los firmados compartían con la firmante. Esta esencia es perfume y verdadera.
Dentro de las infinitas formas de comer uvas con queso, hacerlo rodeado de tan plácida compañía, varios bardos inclusive, resulta que es de ahora en adelante mi favorita. Me quedo con el espíritu de la contradicción que amo, la isla con un arpita aurívora en el centro que mana de la nada rodeada de lo mismo.
