FRACTALIDAD
Sentí el miedo al ver las líneas de polvo
pellizcando supercuerdas invisibles,
suplicando tu presencia desde más allá de las estrellas.
Giraba el aire dentro del órgano martilleado por el tiempo,
allí donde el silencio y el frío masticaron al cobarde.
(el frío del espacio resultó ser más cálido que su corazón)
Se acabó la historia:
despertarás en tu cama y creerás lo que quieras creerte.
O
permanecerás en el país de las maravillas:
y te enseñaré hasta dónde llega la madriguera de conejos.
Lo único que te ofrezco es la verdad.
No has venido aquí a tomar una decisión.
Ya la has tomado.
Estás aquí para entender por qué la has tomado.
¿Por qué luchar, hijo del hombre?
Por el eterno problema. Por el interminable proceso de elegir.
Porque hube bailado en un museo flotante,
la bella dama quedó encantada.
Porque hube bailado con un cuerpo nuevo,
la luna destelló ecos sobre el agua rutilante.
Porque hube bailado en manos del titiritero,
sobreviví a la corrupción del tiempo.
Si pudieras ver lo que yo he visto con tus ojos…
ardientes, alzándose, los ángeles,
por su alzamiento crujiendo profundo el trueno.
Y en las orillas ardían, ultrajados por los fuegos de Orc.
Ahora sé por qué lloráis,
dirás,
cuando el percutor no empuje más que aire
y te preguntes si el cuerpo de tu hijo
fue precio suficiente para sobrevivir a los horrores
que acechaban en la niebla.