
Soy de esos lectores adultos que siguen disfrutando con un buen libro catalogado como “infantil”. Y hoy os vengo a recomendar uno que me ha tenido encandilada en las pocas horas que me ha ocupado su lectura: Las aventuras de Conchi Rechonchi y Loli Panoli. El caso de las cabezas sin diadema (Raspabook, 2022). Con él, Jorge Pozo Soriano, que este año se ha estrenado públicamente como poeta con dos poemarios premiados, nos demuestra que su escritura es polifacética y que lo mismo te compone un poema intensísimo sobre la muerte y el amor que se pone en la piel de Eli Modeli, una presumida niña de segundo de Primaria que tiene una madre youtuber y una afición detectivesca, desde que decide investigar en su colegio, Las Azucenas, el misterio de por qué están desapareciendo las diademas de todas las cabezas. La acompañan Conchi Rechonchi, cuya mayor pasión es la comida, y Loli Panoli, que parecía alelada hasta que, de repente, comienza a hacer una serie de observaciones que dejan a todos boquiabiertos.
Al principio, Eli rechaza a las dos niñas por ser “raras” y “frikis”: por ser distintas al resto. A medida que pasa tiempo con ellas, va desarrollando una creciente amistad que la hace reflexionar y comprender que, a pesar de sus diferencias –o precisamente por ellas–, Conchi y Loli son geniales: unas amigas divertidas y fieles, que no dudarán jamás en defenderla. Con ellas, logrará resolver el misterio de las diademas. Hay siempre en la narrativa de Jorge un canto a la diferencia, una reivindicación de la tolerancia. En este libro, además, puede apreciarse su vocación profesional –es maestro de Primaria– y la presencia constante de ese niño interior que todos llevamos dentro. La irónica e inteligente Eli, que puede parecer frívola al comienzo y, en realidad es sensible y emocional, tiene mucho del propio Jorge.
Entrar en el mundo desenfadado de Eli, Conchi y Loli nos retrotrae a nuestro propio mundo infantil, aquel poblado de recreos, sándwiches, motes y profesores más o menos aburridos. La narrativa es ágil, amena y absorbente. Y se combina con las magníficas ilustraciones de Marta Marbán de Frutos, que les pone cara a las protagonistas con un estilo delicado e ingenuo, colorido y original. Desde luego, la ilustradora y el autor hacen un equipo maravilloso, y los lectores estamos deseando que continúen las aventuras de estas tres niñas tan carismáticas.